lunes, 21 de febrero de 2011

Clasificadores de la esperanza:


Buen día botijaaaa ¿tenes algo para mí hoy?, hoy no hay nada Mario, date una vueltita mañana, capaz que te rescato algo.

Y ¿cómo marcha la cosa? ¿hay trabajo? Yyyy Mario, mas o menos, esta brava la cosa, es una lucha diaria, como la de todos los uruguayos, no hay que perder la esperanza.

Decímelo a mí, estoy levantado desde las 5:00 de la mañana, saludé a mi esposa mis siete hijos y salí a mi aventura diaria.

Manuela es mi herramienta de trabajo, es una noble yegua que transporta mi carruaje, es cómico sabes botija, antes de estos nuevos vientos, me llamaban pichi, mugriento, bichi come, hurgador de basura, o simplemente chorro a caballo, ahora soy clasificador de residuos ¿qué me contas pibe? ¿cambió la cosa no? Jajajajajaa.

Hoy no estoy de buen ánimo, el techo de mi rancho tiene una grieta y mis gurises se están cagando de frío, ahora no más, tengo que ir a la papelera a ver cuanta plata me dan por todos estos cartones, con suerte, hoy, llegue a los $50 para un litro de leche para mi casa y un par de flautas. Hay veces que pienso en como hubiese sido mi vida con otras posibilidades, ¿yo estudié sabías?, tengo 70 pirulos, ¿qué me contás?, acá estoy llueve o truene, poniendo el lomo a lo que venga. En mis tiempos pasados, ser pobre no era mala palabra, se era humilde pero se vivía diferente, era aquel Uruguay de las vacas gordas, se respiraba otros vientos por nuestro país. Ahora si me preguntan que quiero para mi vida, para mis gurises y mi familia, no sabría decirte, pero a pesar de la lucha titánica me considero un tipo feliz, tengo mi familia conmigo; es una ardua tarea enderezar los gurises, me es muy difícil hacer que mis pibes estudien, no se que hacer para que sus amistades no los lleven por malos caminos, está la droga a la orden del día y las tentaciones inmediatas no son justamente las del trabajo y el estudio.

Porque ser pobre no es indicio de delincuente, uno de mis botijas lo fui a buscar anoche a la comisaría, lo agarraron los botones pensando que era un delincuente que le había robado una cartera a una señora, mi pibe es bandido pero no chorro, por suerte puede sacarlo, le dieron bastante palo, es jodido, pero tenemos que callar y seguir, pagan justos por pecadores, no hay otra ¿sabes cuantos hay de traje y corbata que te afanan a cara de perro? ¿no viste esos que se llevaron la guiíta de los bancos parece que los soltaron? ¿qué me contas botija? ¿la ley es parejita pibe? Jajajaja.

Acá tenés que ser un jodedor para ser respetado, si no tenes que salir a remarla todos los días, aguantar que te traten como peste, que te miren de costado, te discriminen, te aíslen. Los jodedores son señores, los laburantes somos esclavos, viste, como una cadena de bicicleta botija, dale pedal, jajaja, pero no pares, si no, te quedas por el camino.

Ahora me hablan de la política, que gano fulano, que gano sultano, ¡yo quiero comer pibe!. El dulce pica los dientes, dicen, y el Uruguay tiene el comedor todo picado jajajaja. Los de ahora, los que están arriba, nos tiraron algo, mucho mas a diferencia de los otros, de estos otros olvídate, te venden hasta la madre, venían en campaña electoral con 2 kilos de chorizos por un puñado de votos, ¡que hijos de puta!, jamás se acordaron de nosotros, soy pobre pero no idiota, yo le agarraba los chori, pero minga que los voy a votar, jajaja, mi vecino, el Antonio es frenteamplista de toda la vida, venían estos culo roto y les ponía un cartel de ellos, le tiraban comida y plata, pero cuando salían sacaba el cartel, jajaja, un fenómeno, de todas formas seguimos en la misma botija, luchándola como titanes. Yo soy Anarquista, no me preguntes porque, ni de que forma, quizá los golpes de la vida, las batallas constantes. No creo en nadie ni en nada, ni azul, ni violeta, ni rojo, creo en la fuerza de mis manos, son todos iguales, te tiran migajas y de arriba se la llevan pibe, no te comas la pastilla.

Bueno gurí, tenes que seguir laburando, mañana no te olvides de rescatarme algo, por último antes de irme, te voy a clasificar la esperanza. Para el político es llegar a lo mas alto de la torta para dominarla y llevarse su gran tajada, para el rico es llegar a tener toda la torta, y para el laburante, es que le den algo de torta y las migas que repartan, sean cada vez mas dulces, jajaja, pensalo botija, nos vemos.

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Wikipedia

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