lunes, 27 de junio de 2011

El puñal a la democracia NUNCA MÁS URUGUAYOS


Treinta y ocho primaveras han pasado, un día como hoy la patria de Artigas era enterrada por el terror militar, suprimidas las libertades democráticas. Nuestro territorio era testigo del horror, la Suiza de América ya sumergida por la negligencia gubernamental, en sintonía con traidores autóctonos, había caído en el pozo hiriente asesino e inmoral de tiempos de agonías, lamentos y tristezas, heridas desgarradoras del corazón nacional, de la misma forma varios de sus pueblos hermanos sacudidos por las recetas imperialistas asesinas, en un abanico sistemático demoníaco obligado por el norte americano acostumbrado a pisotear la decencia de los pueblos. Un día como hoy el dolor nos hermanaba a todos, el gris predominante de nuestro transitar se convertía en puños apretados acunando banderas rojas de la esperanza. Los sonidos nacionales eran rígidos, estrictos, de palabras firmes tajantes, las rimas imperativas dominaban la pequeña patria latinoamericana. Los artesanos de la poesía la música y el talento oriental eran desterrados, los compañeros de la moral y la ética eran encerrados, humillados, torturados, desterrados y asesinados. La hipocresía era la moneda nefasta de los años mutilados por el dolor, la angustia y la desesperación. El encierro pasó a ser parte del accionar diario, el miedo atormentaba a todos sin exclusiones, las radios pasaron a ser parte de los mensajes que lastimaban todas las canciones Orientales, los sueños hablaban de romper cadenas, de estrofas del himno nacional entonadas al cielo con el alma, con el puño apretado llorando el dolor de los ausentes.

Un día como hoy, un terremoto de inmoralidad gobernaba las utopías nacionales, el puñal a la democracia lastimó la dignidad oriental, perforó las libertades populares, asesinó la grandeza nacional. Un día como hoy angustia, lastima, hiere la conciencia, alimenta la lucha sin descanso por la justicia merecida. Un día como hoy el puñal a la democracia nos sigue horrorizando, treinta y ocho primaveras han pasado, las flores que ya no están nos siguen obligando a la memoria, nos exigen justicia, un día como hoy nos compromete a no olvidar en el normal transcurso del tiempo, las almas ausentes nos piden desde el descanso eterno por el dolor asesino obligado de los inmorales, gritar a los cuatro vientos, NUNCA MÁS URUGUAYOS.

R.L.P.B

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Wikipedia

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