
El capital amigo
Con el Frente Amplio las elites econ贸micas uruguayas viven tiempos de bonanza. Ciertos sectores del oficialismo comienzan a discutir sobre la distribuci贸n de la riqueza.
O curri贸 en una reuni贸n de uno de los sectores del Frente Amplio (FA). Cuadros pol铆ticos, militantes y empresarios discut铆an sobre lo que casi siempre se discute en reuniones as铆: c贸mo repartir la torta.
Un militante sindical, invitado por primera vez, se despach贸 a gusto contra la clase empresarial en un tono poco conciliador. Se fue y alguien del sector convocante quiso explicarle a uno de los empresarios, quien tambi茅n asist铆a por primera vez, que si el sindicalista hubiese sabido de su presencia, tal vez no hubiese empleado ese tono combativo. Cuentan que el empresario dijo: "Mientras nos voten, no importa el discurso".
Relatada por una persona que asisti贸 al mitin, la an茅cdota demuestra el grado de intimidad y buen clima que impera en la actualidad entre el gobierno y los ricos de este pa铆s. Hoy, un capitalista local puede considerar a la coalici贸n de izquierda como parte de su proyecto personal y empresarial.
Las afinidades entre el capital y la izquierda gobernante son cotidianas en Uruguay, m谩s all谩 de los expl铆citos est铆mulos que desde el programa del Frente Amplio se le da al Estado como regulador y juez que define los rubros prioritarios, y tambi茅n la declarada intenci贸n de ponerle un freno tanto a la acumulaci贸n como a la concentraci贸n de la riqueza (ver recuadro en esta p谩gina).
Los ejemplos del entendimiento entre el poder econ贸mico y el actual poder pol铆tico sobran. Alberto Fern谩ndez, de la empresa Fripur, pudo poner un avi贸n a disposici贸n del entonces candidato Jos茅 Mujica. Juan Carlos L贸pez Mena -empresario con importantes inversiones en el sector de transportes- "despidi贸" a la anterior administraci贸n con una valoraci贸n muy positiva sobre el relacionamiento entre "el Estado y la empresa privada" en una reuni贸n de la C谩mara Uruguay-Argentina.
El 10 de diciembre el due帽o de Barraca Erro -la segunda empresa exportadora de Uruguay despu茅s de Conaprole- le dec铆a a El Pa铆s que hab铆a un buen clima de negocios. Y los n煤meros pueden marear a varios: casi 7.000 millones de d贸lares en exportaciones, r茅cord hist贸rico. Cerca de 1.300 millones de d贸lares en operaciones inmobiliarias durante 2010 solo en el departamento de Maldonado. Comercios de art铆culos suntuosos como licores y otras delikatessen, como Los Dom铆nguez por ejemplo, se declaran sorprendidos por ventas que de un a帽o a otro crecen entre 20 y 30%. Ventas r茅cords en shoppings. Y la famosa frase del presidente: "La oligarqu铆a de este pa铆s est谩 comprando 130 y pico de autos por d铆a, en algunas instancias estos d铆as esa propia oligarqu铆a ha reventado la capacidad de venta de los supermercados".
Este auge de consumo, casi a contrapelo del idiosincr谩tico recato uruguayo, se da bajo una administraci贸n liderada por un ex guerrillero que hizo una alianza con el Partido Comunista y que incluso antes de asumir como presidente se reuni贸 con la c煤pula sindical del pa铆s, un gesto que hizo olvidar a algunos de una frase que hoy cobra una densidad particular: "En econom铆a, pienso hacer una entrada lo m谩s a la derecha posible"
En un pa铆s que ya parec铆a condicionado culturalmente para enfrentar una crisis tras otra, la explosi贸n de riqueza sigue descolocando a varios. Y aunque la discusi贸n sobre qu茅 hacer con la opulencia no es nueva, la izquierda uruguaya reci茅n empieza a darla con intensidad.
La Red de Economistas de Izquierda acaba de publicar La torta y las migajas, un balance de los primeros cinco a帽os del gobierno progresista. "Es un per铆odo m谩s que suficiente para evaluar el rumbo de una econom铆a", sostienen los autores a modo de introducci贸n, y desmenuzan los balances y documentos.
En las p谩ginas del libro cada cifra presentada refuerza la excepcional bonanza: 25% de crecimiento del Producto Bruto Interno entre 2005 y 2009; un aumento de la riqueza en el sector agropecuario que la Red estima en casi 31.000 millones de d贸lares en seis a帽os (2003-2009); inversiones extranjeras directas que fueron de 847 a 1.139 millones de d贸lares; un aumento de la producci贸n de todos los sectores de la econom铆a de 34%.
Las conclusiones, para los autores, van en direcci贸n un铆voca: el gobierno favoreci贸 al capital. "Con la nueva ley de inversiones, todo Uruguay se transforma (casi) en una zona franca", sostienen en una parte, mientras que en otra afirman que "el alza en los precios externos condujo a un enriquecimiento escandaloso de los terratenientes (…) que en menos de 10 a帽os han multiplicado por 10 su riqueza real".
Joaqu铆n Etchevers integra la Red y se帽ala que "no se puede separar las valoraciones econ贸micas de la escala de valores que trasuntan. Eso siempre est谩 presente cuando hablamos de econom铆a. Sin perjuicio, claro, de la pertinencia de los indicadores".
Para 茅l, el actual gobierno sigue en una l铆nea trazada por anteriores administraciones. El Frente Amplio, comenta, no solo no revirti贸 el proceso de concentraci贸n de la riqueza en el pa铆s sino que 茅ste es hoy mayor de lo que era en a帽os anteriores.
Basados en datos del Instituto Nacional de Estad铆stica, los autores exponen la distribuci贸n del ingreso con cifras que muestran que casi la mitad est谩 en manos de los dos deciles m谩s altos (10% de los hogares), mientras que el 50% de los hogares se reparte el 23% del ingreso. "M谩s bien que esta discusi贸n se ha puesto sobre la mesa en la izquierda", enfatiza Etchevers. "Es que no se puede tapar el sol con la mano".
Hasta desde la C谩mara de Comercio y Servicios se coincide en que la repartici贸n de la riqueza puede ser un problema para el pa铆s. "En la sociedad uruguaya se est谩 generando un proceso de fragmentaci贸n, donde la distancia entre trabajadores formales e informales, trabajadores calificados y no calificados, es cada vez m谩s pronunciada. Este elemento contribuye a una mayor desigualdad en los ingresos percibidos por la poblaci贸n", se帽ala el informe Distribuci贸n del ingreso, que se present贸 en febrero del a帽o pasado.
INTERNA. La discusi贸n -entre "socializantes" y "apenas progresistas" en t茅rminos del presidente- necesariamente lleva a una mirada m谩s cercana sobre los grandes grupos econ贸micos del pa铆s, que han atravesado significativas transformaciones en estos a帽os. Del panorama dominado por unas "500 familias" de las que se hablaba en la d茅cada de 1960 queda poco sin alterar.
La forestaci贸n, la apuesta a la soja -en gran parte de capitales argentinos- y la cada vez m谩s expansiva clase empresarial brasile帽a, alteraron el escenario del poder econ贸mico en el pa铆s. Pero para algunos integrantes del gobierno, en el estudio de este fen贸meno la izquierda lleva varios a帽os de atraso.
"Es importante dar esa discusi贸n", afirma el director general del Ministerio de Educaci贸n y Cultura, Pablo 脕lvarez. Es uno de los que piensa que un proyecto que se pretenda de izquierda y que intente transformaciones sociales profundas, debe tener una noci贸n precisa de d贸nde est谩n los sectores principales que concentran el poder econ贸mico. "¿D贸nde est谩 en 煤ltima instancia lo que en alg煤n momento se llam贸 la rosca? ¿Sigue existiendo? ¿Est谩 concentrada hoy en aquellos que son los principales due帽os de las tierras? Yo no lo s茅, pero habr铆a que investigarlo", razona 脕lvarez.
El jerarca agrega que su sector -CAP-L, liderado por el senador Eleuterio Fern谩ndez Huidobro- est谩 tratando de impulsar una discusi贸n interna en la coalici贸n de izquierda sobre los ricos y la riqueza. Pero constata que a casi nadie le interesa.
La izquierda desde hace d茅cadas viene estudiando a los pobres, y sobre ellos se sabe casi todo. Pero sobre el otro extremo, poco y nada. "Es que si vas a estudiar a los ricos parece que fuera como para una nota de la revista Caras, una cosa superficial, fr铆vola", ampl铆a 脕lvarez.
El hoy director del Sistema Nacional de Emergencia, el soci贸logo Gustavo Leal, coincide. La academia no estudia a los ricos o a la clase dominante. "Los pobres, como son m谩s vulnerables, tienen menos barreras para que se los investigue. En el caso de los rico, es al rev茅s. En la casa del rico entra el que el rico quiere".
Aunque nadie en el gobierno haya propuesto entrar a la casa de los ricos, poner la lupa sobre la elite econ贸mica genera rispideces a la interna del FA. "El Partido Comunista dice que tenemos el enemigo dentro del Frente, cosa que no comparto, porque una fuerza policlasista necesariamente tiene ese componente tambi茅n: la clase rica. Adem谩s, no hay revoluci贸n que no haya sido financiada. Siempre hay alguien que pone la plata", a帽ade 脕lvarez.
Carlos Tutz贸, secretario de organizaci贸n del Partido Comunista (PCU), responde que lo que quiere su partido es tocar las grandes ganancias a trav茅s de nuevos impuestos, mayor gasto social e inversi贸n productiva. Todo en el marco del programa del FA, seg煤n su razonamiento. "Nunca estuvimos en contra de la presencia del peque帽o y mediano empresario nacional, al contrario. A esos hay que ayudarlos. Pero s铆 queremos que haya un reparto m谩s equitativo de la riqueza generada en los 煤ltimos a帽os, en particular de aquella generada en el sector agropecuario".
La cercan铆a entre izquierda y capital es para Leal, leal. "La gente poderosa necesita respaldos y decisiones institucionales para canalizar sus inversiones. ¿Con qui茅n se va a reunir? Se va a reunir con el presidente, con el ministro y con los del puerto. No conmigo ni contigo, porque no tocamos pito en ese entierro".
Una posible explicaci贸n para la falta de conocimiento sobre la clase dominante es que esta no es una urgencia para el Estado. La elite se las arregla por su cuenta. Pero tambi茅n hay un obst谩culo t茅cnico: no hay acuerdo sobre qu茅 es ser rico. Seg煤n la economista Ver贸nica Amarante, del Instituto de Econom铆a de la Facultad de Ciencias Econ贸micas, "no hay una definici贸n consensuada de riqueza ni en Uruguay ni en otros pa铆ses". Y agrega que la Encuesta Continua de Hogares es una "mala herramienta" para medir la riqueza, dado que s贸lo tiene en cuenta el ingreso por trabajo, y no otras variables que puedan aportar a la riqueza de una persona o familia.
M谩s all谩 de qui茅nes son y cu谩nto tienen, quienes detentan el capital en el pa铆s son vistos por integrantes del oficialismo como parte de un proyecto nacional de desarrollo, uno que vaya m谩s all谩 del bienestar de la empresa familiar o el 茅xito del emprendimiento personal.
Por eso es que algunos se帽alan el dise帽o del IRPF (ver recuadro) como un est铆mulo a esos capitalistas, ya que este grava al capital con una tarifa plana -o sea, siempre igual- mientras que fiscaliza el sueldo en forma progresiva.
Otro hecho que suscita discusiones dentro del oficialismo es la aparente falta de voluntad para frenar o desestimular -de acuerdo a lo que se expresa en el programa del FA planeado para 2010-2015- el proceso de acumulaci贸n de la tierra: "La desconcentraci贸n de la propiedad de la tierra es un proceso que debemos comenzar en el segundo per铆odo de gobierno".
Tambi茅n la inexistencia de detracciones a las exportaciones de productos como la soja -como ocurre en Argentina- es interpretada como una medida que, en el mejor de los casos, permite un mayor margen de ganancia que luego genera oportunidades de trabajo. Hasta el momento esa estrategia da resultado. "No cabe duda que la gente vive mejor hoy que lo hac铆a hace menos de una d茅cada", comenta Tutz贸 sin tener que mencionar el 铆ndice m谩s bajo de desocupaci贸n de la historia uruguaya: 6,1%.
El capitalismo "en serio" del que alguna vez habl贸 el presidente parece ausente, si por esa noci贸n se entiende una clase capitalista que invierte, arriesga, desarrolla y compite, tanto dentro como fuera del pa铆s.
En parte esto se debe a que el empresario o capitalista uruguayo es poco propenso al riesgo. "El que tiene plata en Uruguay no la ahorra, pero tampoco la consume. La coloca afuera", dijo un economista que prefiri贸 no dar su nombre.
El capitalista nacional es parte de una cultura que, a menudo, equipara inversi贸n a gasto. "En los 煤ltimos 50 a帽os, solo 14% del PIB fue inversi贸n", explica Mariana Ferreira, de la consultora CPA-Ferrere. Solo Paraguay y Bolivia invierten menos de su PIB. Chile, Brasil y Argentina superan ampliamente a Uruguay en esa comparaci贸n, de acuerdo a la economista.
Si bien Ferreira aclara que m谩s de la mitad del total de las inversiones en Uruguay provienen del sector privado, tambi茅n se帽ala que es el sector p煤blico uruguayo el que invierte comparativamente m谩s que el argentino, el chileno y el brasile帽o.
El Estado sigue siendo un motor muy importante para el crecimiento y desarrollo econ贸mico, tal como pretende el gobierno. Con todo, algunos ya empiezan a ver que buena parte de los capitalistas locales comienzan a adaptarse a un mundo globalizado, donde la transnacionalidad y la movilidad del capital es lo que predomina. Al menos eso es lo que se percibe entre algunos entendidos, como en el think tank Centro de Investigaciones Econ贸micas Cinve, que integraba el hoy ministro de Econom铆a Fernando Lorenzo. Rosario Osimani, parte de la directiva de Cinve, dijo que "en Brasil y Argentina se entiende que la uni贸n hace la fuerza".
Ese cambio de mentalidad puede ser el buscado por parte de algunos sectores del gobierno, sobre todo ante el avance de los sojeros argentinos o los industrialistas brasile帽os, que ya dominan rubros como el arroz (Saman) y los frigor铆ficos (Marfrig) en el mercado nacional.
La aparente contradicci贸n entre la declaraci贸n de apoyo al empresario nacional y el ininterrumpido llamado a inversores internacionales es, para jerarcas como 脕lvarez, una manera de cumplir con el programa del Frente Amplio: "No est谩 muy discutido, pero de alguna forma en el programa de gobierno se expresa que hay que consolidar una base econ贸mica nacional. Como hoy no hay capacidad de inversi贸n econ贸mica nacional exclusiva es necesario, por lo tanto, convocar al capital extranjero".
Llegar al equilibrio entre seguir con una econom铆a abierta y al mismo tiempo fortalecer la capacidad de inversi贸n y desarrollo uruguaya sigue siendo uno de los principales desaf铆os para los gobernantes uruguayos. Solo que en el caso de un gobierno de izquierda, ese acto equilibrista es dificultado por lo que est谩 impreso gen茅ticamente en cualquiera que se precie de izquierda: "Cambiemos el mundo de base, hundiendo al imperio burgu茅s", como dice una parte de la letra de La Internacional.
Lo que dice el programa
"La redistribuci贸n del ingreso y de la riqueza es un elemento de identidad de la izquierda (...) Una mejora en la distribuci贸n del ingreso requiere de la regulaci贸n del Estado para mejorar los niveles de empleo productivo y para enfrentar la concentraci贸n de la propiedad de los medios de producci贸n, de una mejor distribuci贸n de los aumentos de la productividad para los trabajadores...". (Del programa del FA 2010-2015)
Feeling. El buen clima que impera entre empresarios y gobierno empieza a molestar a algunos del FA.
Visiones del mundo empresarial
RAM脫N ERRO
Barraca Erro
Empresario agropecuario. La empresa factura m谩s de 200 millones de d贸lares. "Movimos 700.000 toneladas de granos este a帽o", dijo.
LUIS POLAKOF
El Dorado
Tiene 43 supermercados en seis departamentos. Es el director de Desarrollo Econ贸mico de la IM. "Las pol铆ticas del gobierno mejoraron la calidad de vida".
LAETITIA D`ARENBERG
Grupo D`Arenberg
Empresaria de varios rubros, la emprendedora es honoraria en el Patronato de C谩rceles. "El gobierno tiene un l铆mite para dar. No es repartir por repartir".
GERARDO ZAMBRANO
Zambrano & C铆a
"Lamentablemente, ac谩 los empresarios se esconden. Creen que el que es exitoso y lo dice, al otro d铆a le van a mandar la DGI. Eso limita la posibilidad de crecimiento".
LUIS CALACHI
Zona Franca Florida
El presidente de Zona Franca Florida tambi茅n es director de M24, la emisora donde el presidente Jos茅 Mujica ten铆a su audiencia radial.
8,2%
creci贸 el sector industrial de noviembre de 2009 a noviembre de 2010, seg煤n el INE.
6,1%
es el 铆ndice de desocupaci贸n en el pa铆s, el indicador m谩s bajo que se haya registrado hasta hoy.
6.700
millones de d贸lares fueron las exportaciones totales el a帽o pasado: nuevo r茅cord.
IRPF
"Que paguen m谩s los que..."
Maldecido por muchos -sobre todo en algunas fechas del a帽o- el Impuesto a la Renta de las Personas F铆sicas (IRPF), fue pensado como parte esencial de la gran herramienta distributiva de la administraci贸n pasada. Para los disidentes economistas de izquierda de Rediu (Red de Economistas de Izquierda), el IRPF es "especialmente regresivo para trabajadores y pasivos".
La economista Cecilia Llamb铆, del Centro de Investigaciones Econ贸mica (Cinve), present贸 en 2009 junto a tres economistas el estudio Evaluaci贸n del impacto de la Reforma Tributaria 2007 sobre la pobreza y la desigualdad en Uruguay. Para ella y su equipo, la reforma orden贸 el sistema tributario y el impuesto en s铆 tuvo un impacto "tal vez no tanto sobre la pobreza pero s铆 sobre la inequidad". Seg煤n explica el estudio, se redujo en un punto el 脥ndice Gini, que mide c贸mo se distribuye el ingreso en la sociedad. En su opini贸n, ese punto es un cambio significativo en una reforma tributaria. Tambi茅n ella coincide en que hay un proceso de concentraci贸n de la riqueza, tanto a nivel nacional como internacional.
Fuente:
http://www.elpais.com.uy/suplemento/quepasa/el-capital-amigo/quepasa_540924_110115.html