Los procesos progresistas, mencionados en anteriores publicaciones hoy caen por su propio peso ante clases medias disconformes con sus políticas de espaldas a los pueblos trabajadores.
No alcanzan izquierdas a medias, no son beneficiosas las imitaciones ni las políticas impulsadas sin soluciones radicales ante problemáticas profundas que someten a los pueblos ante crisis sociales ascendentes sin encontrar los Progresismos soluciones reales a a corto, mediano y largo plazo.
La alarma ya es una realidad, la oligarquía argentina de fiesta, Mauricio Macri flamante presidente, es de esperar un vuelco sistemático hacia el imperialismo norteamericano asi como medidas en contra del pueblo. Las medias tintas en contradicciones constantes como los son los progresismos en Argentina, Uruguay y Brasil, lo único que generan es un descrédito generalizado de la política en su conjunto y un desinterés profundo de todos y cada uno de quienes gritamos y acunamos banderas revolucionarias.
El retroceso, si es tal, ante políticas económicas netamente neoliberales, es 100% responsabilidad de Progresismos que en complicidad con el empresariado corrupto han llenado de medidas populistas, con confites para los pueblos sin profundizar hacia un necesario vuelco hacia la izquierda.
Es de esperar nuevas caídas en el concierto latino americano, Uruguay y Brasil serán los próximos derrotados Progresistas en ésta encrucijada dónde el vuelco será hacia la derecha oligárquica. La política no nació para el conformismo, mucho mas la izquierda con todos aquellos capítulos de dolor, dónde tantos compañeros caídos derramaron su sangre buscando países con otros colores, con otros tintes revolucionarios.
El triunfo de Mauricio Macri no es grato, mucho menos las izquierdas mentirosas que salen a escena mostrado las caretas de las justas distribuciones de las riquezas cuando esconden rostros iguales a sus antecesores.
Viva América Latina unida, un continente que debe juntarse para realmente encontrar aquellos caminos revolucionarios y no éstos, que se casan con el empresariado corrupto y pretenden endulzar con confites a los pueblos.