El imperio norteamericano sometido a una crisis sin precedentes, obligado a reformar varios criterios pensados inamovibles, se planta en el mundo con sed y nuevas ambiciones despiadadas.
Un contexto mundial sacudido por la crisis, un inminente crecimiento Chino, al punto de estar a pasos de desbancar a los Estados Unidos como potencia mundial. Frente a la incapacidad de un sistema en decadencia y carente de soluciones favorables para los sectores mas desprotegidos de nuestras sociedades, Obama tiembla en la cuerda floja, asediado por las críticas y envuelto en una escalada ascendente de los Republicanos, obteniendo estos últimos una aplastante victoria en las recientes elecciones legislativas.
Hasta aquí todo sería un desenlace previsible y esperado, pero de las entrañas mismas de ese des amor político norteamericano aparece el denominado Tea Party, grupo ultra derechista.
Surge en el año 2009 como reacción a una serie de normativas legislativas aplicadas por G.W. Bush y su sucesor Barack Obama; dicho movimiento pregona un individualismo exacerbado y buscan reducir la presencia del estado en la sociedad.
Tea Party hace referencia a un movimiento anticolonialista de finales del siglo XVIII denominado “Motín del Té de Boston”.
Entre las figuras de dicho movimiento se destacan Rand Paul, Marco Rubio y Connie Mack entre otros.
Connie ha sido un promotor de una ley para aminorar el paso ascendente de la cadena televisiva Telesur, con un fondo cercano a los 10 millones de dólares. Al llegar a su nuevo puesto como representante ha declarado su intención por colocar al hermano país de Venezuela en la lista de países que promueven el terrorismo.
Es también moneda corriente las continuas denuncias sin fundamentos hacia Cuba, así como el apoyo sistemático a terroristas como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch; en un reciente encuentro en el Capitolio denominado "Peligro en los Andes", dicho parlamentario republicano apoyó un atentado en contra de la vida del presidente Venezolano, este triste comentario fue criticado duramente por Evo Morales tildándolo de asesino confeso.
Otro suceso increíble que denota su ira y vocación desestabilizadora en nuestra región es el apoyo al empresario Roberto Micheletti quién fue el promotor del golpe de estado en la hermana República de Honduras.
Al auge fascista en tierras imperiales hay que sumarle el crecimiento fascista en nuestra América Latina; actualmente nuestro continente concentra grupos organizados ultra derechistas como lo es el denominado “UnoAmérica” cuyo líder principal es Alejandro Peña Esclusa apresado en Caracas por tentativa de atentado con explosivos y detonadores.
Son tiempos difíciles, hemos sido testigos en los recientes años de innumerables intentos desestabilizadores en la región; América Latina está rodeada por bases militares norteamericanas, grupos de derecha en todo el continente están expectantes por consolidar su supremacía democráticamente, contando con grandes medios comunicacionales como aliados. Necesitamos estar atentos; se avecinan tiempos de suma atención, todos aquellos que sentimos profundamente a la izquierda como única herramienta para realizar los cambios que nuestras sociedades merecen, debemos estar unidos alertas y expectantes, la lucha continúa, el fascismo no da tregua, crece y se llena de odio.