La esencialidad no hizo otra cosa que unir mucho mas a todos los gremios de nuestro país. Mostró a las claras quién es el prepotente cabeza de gobierno, que en pro de su terquedad y postura mesiánica pretende ser el iluminado por sobre el pueblo trabajador.
Otra perlita mas de un accionar pro norteamericano, belicista, burócrata y totalitario. No le alcanzó en anteriores circunstancias para desoír resoluciones de los trabajadores, como aquella ley del agua que en el año 2005, anulando dicha legislación.
Tampoco le tembló el pulso con la ley de salud sexual y reproductiva, dándole por completo la espalda a toda una fuerza política y al pueblo trabajador en su conjunto.
No hubo disculpas al pronunciar su inclinación cierta ante eventuales disputas mayores con nuestros hermanos argentinos, con la posibilidad de un conflicto bélico con el apoyo de los Estados Unidos.
Ahora la esencialidad, medida histórica única y sin precedentes, intentando silenciar y prohibir el derecho a huelga de todo el pueblo trabajador.
La copetuda María Julia, con sus ropajes de moda fina y burguesa, sale a la escena televisiva buscando la aprobación popular haciendo ver a trabajadores de la educación como vagos y faltos de razón.
¿Porque no se realiza un proyecto de ley para reducir los salarios Ministeriales o Parlamentarios a la mitad?
El tiro fascista por la culata, el pueblo y sobre todo el pueblo trabajador no son niños que se pueden endulzar con computadoras y escuelas de cabotaje, el pueblo trabajador merece respeto, ojala sepamos darnos cuenta de la gravedad de las resoluciones de éste gobierno para castigarlos en las urnas como merecen.
El pueblo lentamente despierta, no se deja manipular, sale a la calle y reclama.
¡6% del PBI PARA LA EDUCACIÓN YA!