Curiosos los Uruguayos, nostálgicos, grises, por momentos apagados, perezosos y soñadores. Rememoramos el Maracaná y aquellas gestas de antaño, hablamos de Artigas sin recordar su rico legado, nos gustan los feriados, los paros y vivir el fútbol pegado a las televisiones.
Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, quizá como una muestra clara que a todo se le otorga su justo reconocimiento cuando el tiempo pasa y recordamos aquello vivido.
Rememorar aquel centro uruguayo de la mano solidaria, del caminar las calles sin miedo y sin apuros.
Jornadas laborales sin estrés, marcadas, pausadas y sin las velocidades de los tiempos que corren. Gurisada jugando al fútbol en las calles, la rayuela de las niñas, la mancha y el ring raje. El saludo diario, ese solidario y compañero de los vecinos, preocuparse por sus problemas y tender manos para ayudar.
El cine Trocadero, Nuevo Flores, Censa, viajar en los trenes al interior profundamente, recorridos largos sin apuros, vislumbrando silenciosamente cada rincón valioso, sagrado y querido de nuestra tierra. La calle Grecia en el Cerro, la "República del Cerro", colosales pasarelas, locales comerciales abarrotados de clientes, los bares que renacían en las madrugadas, copas, comidas, mozzarellas, músicas y alegrías.
Dormir con las puertas abiertas, las bicicletas en las veredas, las motos sin trancas, los autos sin seguridad. Panaderías con bizcochos a precios de regalo, la rambla en verano conviviendo sin problemas entre diferentes clases sociales.
Preocupaciones solamente destinadas al normal vivir, sin tareas titánicas para llegar a fin de mes. Familias enteras comunicadas, con charlas certeras francas y profundamente sentimentales.
Domingos sagrados de pastas, una coca cola y postre de chocolate.
Nostalgias del Uruguay que fue........un país que vivía con valores, esa otra vida necesaria, lejos de éstos tiempos del consumo abusivo de lo material y humano.
Nostalgias del Uruguay que fue.........Un Uruguay profundamente humano, solidario y reflexivo.