En momentos dónde las tensiones crecen, vale repasar hechos del pasado, donde encontramos históricamente una especie de escaladas bélicas y guerras promocionadas por dos bloques de potencias en disputa. La del Sur, aliada histórica por los Estados Unidos y la ONU, y la del norte, aliada histórica de China y la colaboración de la Unión Soviética.
En 1910 la península Coreana es atacada por los Japoneses quedando absolutamente a merced de los Soviéticos y los Norteamericanos, situación que llevó en 1945 a repartirse la zona en los bandos antes mencionados, establecieron como límite el Paralelo 38.
Llegando a 1948 ambos bloques se retiran, otorgando la posibilidad de elecciones. En la Corea del Norte triunfa el Comunismo de Kim II Sung. En contrapartida en la Corea del Sur triunfa Syngman Rhee una notoria dictadura aliada a el régimen norteamericano.
La calma duró hasta el año 1950, dónde las tensiones crecieron ante los bloques del mundo dominante, y al parecer luego de una intromisión del bloque Norteño en territorio Sureño, atravesando el Paralelo 38.
La respuesta de Corea del Sur no se hizo esperar, el Imperialismo norteamericano buscó cómplices en las Naciones Unidas, inclusive aferrándose a la idea de un ataque nuclear hacia el sector Norcoreano.
Desenlace fatídico que no prospero a pesar de las insistencias del general Douglas MacArthur, era imperioso en ese entonces repeler y exterminar cualquier bloque Comunista en el mundo. Harry Truman presidente del aquel entonces país imperial, se dejó dominar por una coherente y final resolución por abandonar las premisas del general Douglas, inclusive destituyendo al bélico general.
Resolución coherente que también recaló en Stalin quién bajo ningún concepto buscó incrementar una escalada bélica de consecuencias nefastas para las Coreas y el mundo en general.
Dichos sucesos dieron lugar a negociaciones y rondas de conversaciones finalizando en el año 1953. Luego del fallecimiento de Stalin, con el tratado Armisticio de Panmunjong otorgando también una nueva frontera.
Hoy en día las tensiones históricas vuelven al foco de atención mundial, en momentos donde el bloque del Sur realiza maniobras conjuntas con los Estados Unidos, dónde desde hace mucho tiempo se realizan campañas propagandísticas con los objetivos claros de desprestigiar el régimen Norcoreano.
No es de extrañar, que bajo el pretexto de estas eternas disputas territoriales y siendo víctimas los dos bloques de ejes estratégicos en un tablero de ajedrez mundial, dónde las potencias buscar dominar zonas para la supremacía internacional, sea otro eslabón de disputas del mas alto nivel.
Si a ello le sumamos, una crisis económica mundial, en momentos dónde la moneda China devalúa, generando una especie de guerra de divisas, una Europa con una Grecia en crisis constante, una nueva escalada bélica Sionista, no es descabellado señalar que este modelo decadente Capitalista, no busque las únicas soluciones a sus problemas estructurales enfermizos, guerras y hambre.